jueves. 09.05.2024

El riesgo cardiovascular se define como la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una enfermedad cardiovascular dentro de un determinado plazo de tiempo, que suelen ser 10 años, y depende fundamentalmente del número de factores de riesgo que estén presentes. Se dividen en no modificables, como edad, sexo, raza, antecedentes familiares; y modificables, HTA, dislipemia, síndrome metabólico, diabetes, sobrepeso y obesidad, tabaquismo, sedentarismo, abuso de alcohol, ansiedad y estrés. 

Las guías europeas de riesgo cardiovascular clasifican a los individuos en cuatro categorías: bajo, moderado, alto y muy alto. Se consideran de alto riesgo cardiovascular los que tienen alta probabilidad de sufrir un evento cardiovascular en un tiempo determinado. Para calcularlo se usan diversas tablas, el modelo recomendado en España es el SCORE. Proporciona el riesgo de mortalidad CV en los próximos 10 años. Según ese riesgo, se clasifica en bajo, moderado, alto y muy alto riesgo cardiovascular. Riesgo alto, por tanto, implica una probabilidad entre 5 y el 10 por ciento de muerte cardiovascular a 10 años.

Así, los pacientes que tienen un alto riesgo cardiovascular son individuos que presentan, por ejemplo, dislipemia marcada con colesterol total >300 mg/dl o HTA grave con TAS >180 y/o TAD >100 mmHg; los diabéticos, excepto los tipo 1, jóvenes <40 años sin factores de riesgo adicionales; la insuficiencia renal crónica estadio Ill; SCORE de riesgo calculado >= 5 y <10 por ciento y dislipemia familiar.

En este contexto, los objetivos de control de la dislipemia varían en función de la categoría de riesgo. De riesgo bajo o moderado, <115 mg/dl; alto riesgo, <100 mg/dl o reducción del 50 por ciento de los niveles basales si eran entre 100-200 mg/dl, y muy alto riesgo, <70mg/dl o reducción del 50 por ciento de los niveles basales si eran entre 70-135 mg/dl.

Reducciones

La evidencia indica que la reducción plasmática de CLDL disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los resultados de los estudios epidemiológicos y ensayos clínicos, con o sin estatinas, que han usado variables angiográficas o clínicas, han confirmado que la reducción de CLDL es un aspecto fundamental en la prevención de la ECV.

El beneficio de la reducción de LDLc es mayor cuanto más elevado es el valor de partida de LDLC. Está demostrado que lograr los objetivos de descenso de LDL reduce significativamente la incidencia de eventos cardiovasculares.

Valoración en conjunto

Todos los factores de riesgo cardiovascular son relevantes para el control del riesgo cardiovascular global de un individuo. Para lograr resultados hay que plantear objetivos realistas y alcanzables. En cada individuo hay que identificar los factores de riesgo cardiovascular que puedan estar jugando un papel predominante y establecer las medidas disponibles para su control. 

Las guías sobre prevención de ECV en la práctica clínica recomiendan la evaluación del riesgo total, ya que la ateroesclerosis suele ser el resultado de un conjunto de factores de riesgo. Esta es la base de la prevención en el enfoque general del riesgo cardiovascular. Se recomienda calcularlo en varones mayores de 40 años y mujeres mayores de 50 años o postmenopáusicas sin factores de riesgo cardiovascular conocidos, y debería repetirse cada cinco años.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Julio Álvarez Fernández, del Centro de Salud Vedra; Manuel Otero Mata, del Centro de Salud Fontiñas; Andrés Vizcaya Ramos, del Centro de Salud Dodro;  Enrique Nieto Pol, José Luis Vazquez Camino, del Ambulatorio Concepción Arenal, y Gonzalo Borge Caballero, Vicente Fernández Rodríguez, Cristina Oves Costales, Javier Prieto Cebreiro y Manuel Tarrio Tovar, del Centro de Salud Los Rosales.