El sobrepeso y la obesidad son unos de los factores de riesgo más importantes, junto con la edad y la predisposición genética, de desarrollar diabetes. El porcentaje de pacientes con sobrepeso no ha dejado de crecer en las dos últimas décadas y la proporción de estos en una consulta de Atención Primaria alcanza el 50 por ciento, de los que son diabéticos entre el 10 y el 15 por ciento.
A la hora de derivarlos al endocrinólogo, los criterios que se siguen son todos los pacientes con diabetes mellitus tipo 1, diabetes gestacional o embarazo en mujer diabética, sospecha de diabetes con problemas específicos, pacientes con diabetes tipo 2 no respondedores y diabéticos con complicaciones neurológicas y complicaciones macrovasculares.
El ejercicio físico es necesario en la prevención del sobrepeso y la obesidad, y para todas las complicaciones que pueden aparecer a largo plazo. Desde Atención Primaria hay que insistir en los beneficios del ejercicio físico, teniendo siempre en cuenta las posibilidades de cada paciente, donde caminar siempre es una buena opción.
La dieta es el pilar básico en el tratamiento del diabético tipo 2. No tiene por qué haber alimentos prohibidos, lo que sí se recomienda son las mismas pautas de alimentación que en población sana; es decir, la dieta mediterránea. Eso sí, se deben reducir al mínimo los hidratos de carbono en especial los refinados.
Paciente frágil
Hay que tener en cuenta que el paciente anciano frágil con diabetes mellitus tipo 2 constituye un grave problema sociosanitario, ya que se trata de personas que por su particular situación no realizan un correcto cumplimiento ni del tratamiento ni de alimentación saludable, ni mucho menos de practicar ejercicio por lo que su situación se agrava rápidamente. Es difícil actuar desde Atención Primaria, ya que se trata de un problema cada vez más extendido que precisa de una actuación de toda la sociedad en conjunto.
A la hora de seguir un estilo de vida saludable, la familia es clave, ya que debe acompañarle y ayudarle a modificar sus hábitos de vida.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Atención Primaria Joaquín Casado González, María José Jover Andreu, José Vicente Raga Casasus, Juan Carlos Beguer Miquel, Manuela García Bernal y Teresa Crespo Andrés, del Centro de Salud Gil y Morte.
