lunes. 20.05.2024

Los datos del estudio di@bet.es, primer estudio epidemiológico de ámbito nacional de prevalencia de diabetes realizado en 2010, muestran que el 29,8% de las mujeres entre 61 y 75 años padece diabetes, cifra que asciende hasta el 41,3% una vez superados los 75 años. Más de la mitad de las personas con DM son mujeres y entre el 90 y 95% de la diabetes en mujeres es de tipo 2. En definitiva, la diabetes afecta mucho más en las mujeres que en los hombres y las muertes por esta enfermedad se dan con mayor frecuencia en el sexo femenino. Esto sucede porque los frecuentes cambios hormonales de las mujeres en edad fértil, durante la gestación y en la menopausia le provocan mayor dificultad para controlar los niveles de glucosa. Al mismo tiempo, el incremento de azúcar en la sangre hace que los vasos sanguíneos se vean afectados y así una mujer con diabetes tendrá muchas más probabilidades de sufrir una enfermedad coronaria y/o renal. Muchos de los síntomas en la diabetes son los mismos tanto para las mujeres como para los hombres, pero hay ciertos síntomas que sólo se suelen presentar en las mujeres como infección urinaria, infecciones vaginales y candidiasis y síndrome de ovario poliquístico.

Hay que tener en cuenta que la enfermedad es afectada dependiendo del nivel cultural del paciente, ya que la información es fundamental. Se deben hacer chequeos de manera regular y sistemática para asegurar que la diabetes no tenga un impacto negativo en los órganos diana. En general aceptan de igual manera hombres que mujeres si bien en son en mayor grado las mujeres las que tienen mas dificultad en cumplir con hábitos de vida y tratamientos personalizados. El grado de implicación también depende con la edad de la paciente, a las diabéticas mas jóvenes se informan de forma intensa sobre su enfermedad. Por lo que el tratamiento se lleva de mejor forma en las mujeres que en los hombres. Teniendo mejor eficiencia farmacéutica en las diabéticas, y por tanto con menos efectos secundarios.

Diagnóstico

La diabetes 2 no presenta en general diferencias sustanciales en cuanto a diagnóstico, síntomas, métodos de control, tratamiento, tipos de complicaciones entre hombres y mujeres. Sin embargo, sí hay elementos diferenciales en cuanto al manejo en algunas situaciones concretas. En mujeres en edad reproductiva, la DM2 es la mayoritaria pero también puede aparecer diabetes gestacional, que tiene tendencia a repetirse en embarazos sucesivos y con el tiempo puede transformarse en una diabetes tipo 2. Es más frecuente en mujeres obesas, con antecedentes familiares de DM2, con diabetes gestacional en embarazos previos y/o con síndrome de ovarios poliquísticos. Si la paciente padece previamente una diabetes tipo1 o tipo 2 puede haber descenso de fertilidad y mayor riesgo de complicaciones del embarazo. Para evitarlas o disminuir su frecuencia y gravedad es necesario un adecuado control de la diabetes antes y durante la gestación. A partir de los 45 años es la edad de mayor riesgo para el comienzo de enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, asociadas con frecuencia a los cambios metabólicos de la menopausia, al sobrepeso y obesidad y al sedentarismo. Con la menopausia desaparece el efecto protector de los estrógenos, igualándose el riesgo cardiovascular al de los hombres en la población general, pero en mujeres diabéticas este riesgo es todavía mayor.

Las mujeres con diabetes también corren peligro de tener una menopausia prematura y en consecuencia un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Tratamiento

A la hora de hablar de tratamiento, hay que recordar que está demostrado que un mayor nivel de conocimientos en relación con la diabetes puede contribuir a mejorar el cumplimiento del tratamiento farmacológico, del plan de alimentación y la actividad física, además de que un adecuado estado emocional contribuye a un buen estilo de vida, que se traduciría en una mejor calidad de vida en el paciente con DM.

Y es que la diabetes es una enfermedad crónica que requiere un continuo cuidado y educación para prevenir las complicaciones agudas y reducir las complicaciones a largo plazo. Por ello, el tratamiento de la diabetes se basa en el régimen dietético, ejercicio físico, tratamiento farmacológico, información y educación diabetológica. El farmacéutico es un profesional que está en condiciones idóneas, tanto por sus conocimientos como por su disponibilidad, para ayudar al paciente diabético. Puede intervenir en la detección precoz de la diabetes y en la educación diabetológica.

La información puede ser reforzada por las oficinas de farmacia por el contacto permanente que mantienen con los pacientes. Puede dar información adecuada al paciente de las recomendaciones sobre el uso de los medicamentos y aspectos relacionados con la educación sanitaria. Por su prevalencia y por tratarse de pacientes con pluripatología y factores de riesgo asociados, el diabético puede beneficiarse del seguimiento de su medicación por el farmacéutico.

Además, en las farmacias de confianza se puede llevar un control integral de la glucosa en sangre de forma cómoda y adquiriendo la información de los nuevos hábitos de vida.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores  María Manuela Fernández Sánchez, María Gracia Pedrosa Arias, Raul Carretero Sánchez, José Manuel Gavilan Plaza y Laura Martin Piedra, del Centro de Salud Zaidin Centro; Jesús López Ávila, Federico Martínez Gallego, Miguel Gutiérrez Paredes, Alfonso Segovia Martínez, Benjamín Avilés Moya y Marcelo Carmona Valiente, de Linares; Lorenzo Escabias Andreu, Francisco Blanco Domínguez, Indalecio Caballero Pérez y Antonio Arboledas Márquez, de Granada, y José María de la Rubia Nieto, Manuel Guzmán Herrera, Juan Tomás Álvarez Jiménez, María Luisa Ordoñez Ballesteros y Cristóbal Muñoz Zamora, de Jaén.