Las dudas más frecuentes que asaltan a los pacientes cuando se hace el diagnóstico de la diabetes se orientan al tratamiento que se les va a poner, sobre todo si se les va a tener que pinchar. Cuando se diagnostica la diabetes mellitus, esta situación puede ser estresante y puede afectar los sentimientos del paciente. El objetivo que se debe plantear en la consulta es que acepte el diagnóstico y que poco a poco sea capaz de manejar su enfermedad. Esto no sucederá de inmediato, pero al utilizar consejos e intervenciones que han demostrado que han funcionado en otros pacientes se puede conseguir que acepte la enfermedad.
No obstante, aparecen una serie de sentimientos, entre los que se destaca la negación. Al principio, cuando se le diagnostica la diabetes, es posible que se niegue la enfermedad, que crean que el diagnóstico es incorrecto y que no puede ser verdad. Esto es peligroso, ya que puede llevar a no seguir las recomendaciones establecidas. La negación también puede ocurrir más adelante, cuando realiza su plan de control. Algunas personas progresan en el tratamiento de la diabetes, pero luego con todos los cambios que la enfermedad conlleva en el estilo de vida se cansan y pueden volver a los comportamientos que tenían antes de recibir el diagnóstico.
Luego está el miedo. La diabetes resulta aterradora al principio debido a que es algo nuevo y la mayoría de los pacientes no saben mucho sobre esta enfermedad. No están seguros de lo que sucederá en lo sucesivo. También hay que tener en cuenta el enfado, que es una emoción natural, que se puede reconducir y ser una ayuda a la hora de lograr cambios hacia un estilo de vida más saludable. Además, puede añadirse al enfado el sentimiento de culpa que pueden presentar algunos pacientes por no haber tenido unos hábitos de vida más saludables.
Es normal pasar por un periodo de tristeza tras ser diagnosticado. Si la tristeza y mal humor persisten, pueden ser signos de depresión. Las personas diabéticas tienen el doble de posibilidades de sufrir una depresión con respecto al resto de la población. Se asocia con control de glucosa en sangre menor al ideal, complicaciones de salud y calidad de vida deteriorada A este estado contribuye también que el manejo de la diabetes puede parecer abrumador. Se producen muchos cambios en el estilo de vida: dieta, ejercicio físico, control de niveles de glucosa en la sangre, medicamentos, y más. Para poder afrontar todas las dudas y miedos del paciente es necesario un seguimiento del mismo insistiendo en la educación diabetológica (alimentación, ejercicio, hábitos tóxicos y tratamiento farmacológico).
Normalmente, los pacientes acuden a la consulta médica y realizan seguimiento posterior con enfermería. Se pactan objetivos clínicos y se establecen medidas de control cardiovascular conjuntas. Los ajustes en nutrición y actividad física recaen en la consulta de enfermería.
Revisiones
En la primera visita, el médico debe realizar una cuidadosa evaluación del paciente que incluye una historia completa de los antecedentes familiares y personales. Se debe efectuar la determinación de la glucosa plasmática en ayunas y posprandial de 3 horas, los niveles de hemoglobina glicosilada (HbA1), las cifras de lípidos en ayunas (colesterol total, LDL-colesterol, HDL-colesterol y triglicéridos), de la creatinina sérica, proteinuria, glucosuria y cetonuria, los niveles de TSH (en pacientes con DMID), realizarse un electrocardiograma y otros exámenes que se requiera indicar. Las consultas de seguimiento deben ser programadas de acuerdo con la evaluación realizada al paciente, independientemente del tipo de diabetes y teniendo en cuenta el estado de la enfermedad, su control metabólico, la presencia de factores de riesgo, complicaciones o daños iniciales de órganos o sistemas blanco de esta enfermedad.
Hay que tener en cuenta que después de realizar el diagnóstico, el paciente es derivado a enfermería para informar sobre su enfermedad, autocuidado, utilización de glucómetros, realización de perfiles de glucemia, uso y administración de insulina y seguimiento posterior en consulta. Se capta al paciente desde el primer momento para que sea consciente de la enfermedad y de sus consecuencias posteriores si no realiza un control adecuado de la enfermedad. En ese momento, se comienza a resolver las dudas que le hubiesen quedado en la visita médica o que al paciente se le hubiese olvidado de preguntar anteriormente. Enfermería cita de forma progresiva para ver la evolución de sus glucemias, adherencia al tratamiento tratándole de resolver las nuevas dudas aparecidas o aclarar algunas iniciales, porque es mucha información a recibir y asimilar. En un principio el paciente lo ve todo como muy difícil de controlar, aunque la experiencia posterior es que poco a poco van tomando conciencia de lo importante que es controlar la enfermedad para tener una buena calidad de vida.
Otra parte implicada es la farmacia donde acude el paciente para retirar su medicación y donde también realizan preguntas sobre su tratamiento farmacológico. Sobre todo, preguntan aquellos pacientes diagnosticados de DM tipo 2 insulinodependientes.
En las asociaciones de pacientes también se realizan consultas sobre todo en el uso de las insulinas que probablemente son a los que se presenta más dudas. Son los pacientes diagnosticados de DM tipo 1 los que más acuden probablemente a las asociaciones de pacientes.
Internet
La comunicación es clave en todo el proceso. Internet es una ventana capaz de mostrar en el monitor toda la información almacenada, que crece y se actualiza día a día, proporcionando un cúmulo de datos -en su mayoría gratuitos y de libre acceso-que beneficia la educación. Pero hay información que no es del todo fiable, por eso hay que preparar al paciente para que pueda ayudarse con las nuevas tecnologías en un buen control de su enfermedad, centrándose sobre todo en páginas o en las aplicaciones que recomienden hábitos higiénico-dietéticos saludables y de actividad física. En líneas generales, el uso de internet es positivo, ya que el paciente encuentra gran cantidad de información útil que le puede ayudar a entender mejor su enfermedad o la de sus familiares. Una de las ventajas es la mayor autonomía que puede adquirir pudiendo implicarse en la toma de decisiones terapéuticas y mejorando en muchos casos su adherencia al tratamiento.
En las enfermedades que las medidas higiénico dietéticas son de gran importancia para mejorar la evolución de la enfermedad y prevenir las complicaciones, como en el caso de la diabetes o hipertensión, el paciente puede adquirir conocimientos sobre dietas y ejercicio y saber el beneficio que tiene para su enfermedad que las realice y lo haga de un modo adecuado.
Aunque las páginas de mayor rigor y fiabilidad son en general las dirigidas a los profesionales sanitarios, existen también páginas con información para pacientes con contenidos de rigor científico, donde se explican de una manera sencilla y asequible para que resulten de gran ayuda a los pacientes.
Las mayores ventajas las obtiene el paciente cuando elige un página adecuada por su calidad científica y el nivel adecuado a sus conocimientos médicos. Las desventajas aparecen sobre todo cuando el paciente no sabe discriminar las páginas que visita, o le aportan demasiada información que en muchos casos no tiene capacidad para entender o le llevan a una mayor confusión.
Recomendaciones
Por eso, una posible solución sería que el profesional sanitario recomiende una determinada página que conozca, sabiendo que el paciente va a hacer un buen uso de esa información y que tiene capacidad para entender esos conocimientos y le van a ayudar al control de su enfermedad.
Así, los profesionales que estudian este tema y que evalúan las páginas que reúnen las condiciones de fiabilidad y rigor científico hacen una selección de las que consideran más adecuadas para profesionales sanitarios y pacientes. El mayor riesgo de la búsqueda de información en internet está en que muchos pacientes hacen diagnósticos erróneos y en las complicaciones más graves de su enfermedad que interfieren con la labor del médico.
Una gran parte de las personas que buscan información sobre medicina o enfermedades lo hace a través de google, por lo que se ha llegado a llamar "Doctor Google", ya que las primeras consultas y de la que más se fían algunos pacientes es la información que obtienen a través de las páginas que le ofrece este buscador.
Esta información a veces les lleva a desconfiar de la que les llega en la consulta del médico y a solicitarle pruebas diagnósticas y tratamientos que no están al alcance o son desproporcionadas.
Calidad de la información
Se está estudiando cada vez más la calidad de las páginas web y todas deberían estar supervisadas por profesionales sanitarios. A los pacientes que están en condiciones de entenderlo se les debe animar a utilizar páginas avaladas por sociedades científicas o en las que colaboran expertos del ámbito sanitario. A los que no sean capaces de discriminar la calidad de la información y seleccionar la que les pueda servir, una recomendación general podría ser que consulten sólo información para pacientes y si les resulta confusa o contradictoria consulten al profesional sanitario refiriéndole la fuente que han consultado para poder contrastarla.
El tratamiento de la diabetes se ha dirigido básicamente al control de los niveles de la glucosa en sangre, con el propósito de prevenir o retrasar las alteraciones micro y macrovasculares. Existe un consenso generalizado con respecto a que el tratamiento de la diabetes debe conseguir el control de los análisis metabólicos, con la finalidad de normalizar el metabolismo de las grasas, proteínas y carbohidratos. Los pilares sobre los que se ha basado el tratamiento en los últimos años son la dieta, el ejercicio físico, la educación del paciente, la insulina y los hipoglicemiantes orales. Estos aspectos continúan evolucionando y desarrollándose, en aras de conseguir realmente el objetivo básico del tratamiento de estos enfermos.
Desde ese primer momento, el paciente debe saber que su implicación es absolutamente necesaria para que las medidas que se apliquen, tanto farmacológicas como no farmacológicas, produzcan el beneficio esperado. Por ello, los profesionales sanitarios deberán dedicarle el tiempo necesario, siempre teniendo en cuenta sus características personales, tanto físicas, como psíquicas, socioculturales y familiares, sus creencias y conocimientos previos, así como sus preferencias y posibilidades. Los objetivos de control metabólico variarán dependiendo de la edad, de las comorbilidades asociadas, del tiempo de la evolución de la enfermedad, de las complicaciones existentes, del apoyo socio-familiar y de los recursos económicos. No son los mismos objetivos de control de un paciente joven sin complicaciones que las de un anciano con esperanza de vida limitada y múltiples comorbilidades o complicaciones.
Además, el papel de la familia en diabetes es fundamental para el buen control de la enfermedad y su superación desde el punto de vista psicológico. De hecho, el mejor acompañamiento para el paciente con diabetes es el que se hace desde una actitud de cariño mezclada con seguridad. Ese debe ser el papel de la familia en diabetes.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Juan Luis Muñoz Mata, José Antonio Cobreros Ubierna, Javier García Hurtado, Rafael Martínez del Carnero Calzada, María Isabel Fernández Cañaveras y José Carlos González Peña; los médicos de Atención Primari Valeriano Blázquez Díaz, Jesús Salgado Ramos, Carina Alvares de Mon Rego y Mª Carmen Martín Romero, y los médicos de Familia Juan Manuel Gómez Aguinaga, del Centro de Salud Casa de Campo; Santiago Rábano Barrio, del Centro de Salud Aravaca; Elena Ródenas Moreno, del Consultorio de Moralzarzal; Carmen de Luis Martin, del Centro de Salud El Abajon, en Las Rozas, y Samuel Martín Martín, del Consultorio de Navacerrada Pueblo, todos en Madrid.